El paso siguiente, una vez que nuestra web está terminada, es el de transferir los archivos a un servidor web para que pasen a estar disponibles para cualquier persona que quiera utilizarlos.

El modelo que se sigue es sencillo; para que una página pueda ser visualizada por cualquier persona solemos recurrir a los servidores web, por varios motivos:

• Un servidor web es un ordenador (simplificando un poco) que tiene presencia en Internet, es decir, que tiene una dirección IP asociada, además de un nombre fácilmente identificable asociado a esa dirección IP (del tipo www.elservidor.com). Con esto nos aseguramos de que lo que coloquemos en ese servidor será fácilmente localizable mediante una URL concreta, que se compondrá del nombre del servidor más los nombres de las carpetas que se nos asignen, generalmente.
• Un servidor web está permanentemente encendido, todas las horas del día durante todo el año. Imaginemos que vamos a consultar nuestro periódico favorito y nos encontramos con que no podemos hacerlo, porque alguien ha apagado el servidor que lo aloja. No es un modelo de funcionamiento que tenga sentido, ya que no se sabe a qué hora vendrán nuestros usuarios. Así que los servidores de Internet funcionan a todas horas.
• Un servidor web suele contar con un buen ancho de banda, capaz de dar respuesta a muchas peticiones simultáneas. Así, si nuestro sitio web se vuelve un éxito y tenemos centenares de visitas por minuto, el servidor será capaz de transmitir nuestras páginas a los usuarios correctamente. Si esto lo tuviésemos que hacer con nuestro ordenador, sería inviable y los usuarios no podrían acceder al sitio.

Ya vamos vislumbrando el modelo de funcionamiento de los servidores de páginas web. Básicamente esos ordenadores tienen instalado una aplicación denominada también servidor de páginas web, un programa que está permanentemente escuchando para ver si le llegan peticiones. Cuando un usuario desde su ordenador abre el navegador e intenta acceder a una página alojada en ese servidor, la aplicación recibirá la petición, localizará la página y los recursos asociados y se los transferirá al usuario (esto se hace mediante una serie de normas denominadas protocolo http, por eso se suele anteceder las direcciones web de http:// ), que a su vez verá la página en su navegador.

Hay diferentes aplicaciones para servir páginas web. Una de las más extendidas es Apache, que además es software libre, por lo que podríamos llegar a montar nuestro pequeño servidor de pruebas, si fuese necesario, aunque no es el caso.