2.2. El espacio tradicional

En el Renacimiento:

Leonardo Da Vinci va más allá de la perspectiva lineal o cónica, va más allá de lo puramente matemático y realiza sus estudios observando el comportamiento del ojo, que es esférico, de los colores, de la densidad del aire y de otros fenómenos que también condiciona el aspecto de los objetos según se alejan más o menos. Así lo dice en uno de sus tratados: "Hete aquí una otra perspectiva que llamo aérea, pues por la variedad del aire podemos conocer las diversas distancias de los distintos edificios... Tú sabes que en un aire de uniforme densidad, las cosas últimas vistas a través de él, como las montañas, parecen, por culpa de la gran cantidad de aire interpuesto entre tu ojo y la montaña, azules... habrás, pues, de pintar sobre el muro el primer edificio de su real color, y el más lejano, menos perfilado y más azulado".

Fíjate en las montañas que pintó en su cuadro llamado "Santa Ana con La virgen y el niño", sin duda tiene parecido con las montañas de los frescos de Pompeya que viste en el apartado anterior, Leonardo seguramente conocía este tipo de pinturas romanas. Lo que si es novedoso es que no solo aplica la perspectiva aérea a los fondos, también a las figuras, jugando con partes más nítidas y otras más borrosas; es lo que se llama "sfumato".

El modelado de las formas responde a una forma coherente de iluminar las figuras. El color y los claroscuros responden calculadamente a esta iluminación adecuándose a los volúmenes y al espacio de un modo naturalista.

 En el Barroco:

En el barroco se asume la perspectiva lineal y la aérea, Velázquez o Rembrandt son buenos ejemplos de ello; Pero fíjate en este cuadro de Caravaggio, la dirección de las luces, las sombras, y gran contraste lumínico son los recursos principales que se utilizan para crear el espacio.

Este contraste lumínico ayuda a conseguir el efecto de "escena teatral" tan característico del Barroco.

David Hockney es un artista que en su libro "El conocimiento secreto" apunta a evidencias de la utilización de espejos y lentes que eran utilizados por artistas como Caravaggio, de ahí que se haga notar una evolución sorprendente en la pintura con un aspecto más realista, casi fotográfico desde 1430 en Flandes. La utilización de estas lentes exige una fuerte y contrastada iluminación, como en el cuadro de la imagen. Es muy probable que Leonardo da Vinci ya experimentara con la cámara oscura, y que desde entonces el uso de lentes era una especie de secreto profesional.

Los espejos no solo se utilizaron como un recurso o herramienta más para el artista, Sino que las imágenes reflejadas eran empleadas, sobre todo en el barroco, para ampliar los espacios pictóricos y hacer al espectador partícipe de la obra, como en Las Meninas de Velázquez, donde el artista no pinta lo que ve él, sino la escena que ven los reyes, y que se reflejan en el espejo del fondo. A su vez, Velázquez introduce en el cuadro, mediante el espejo, el espacio que corresponde al observador.

Como ves, Velázquez no solo asume la perspectiva cónica y aérea, sino que juega con el espacio, su duplicidad y los recorridos visuales involucrando al espectador en el mismo espacio del cuadro.

 El Neoclásico

El periodo que sigue al Barroco es el Neoclasicismo, que surge de modo contestatario. Podríamos decir que se trata de un segundo Renacimiento, o vuelta a los valores de las antiguas Grecia y Roma. Los artistas neoclásicos no renuncian a los avances que se han hecho poco a poco a lo largo del tiempo, y utilizan las nuevas técnicas y recursos espaciales en sus obras; La novedad del neoclasicismo radica, sobre todo, en la inspiración en el mundo clásico.

Compara la escultura griega de Afrodita, 150 a. C. y "La fuente" de Ingres, de 1856, verás sus parecidos.

 El Romanticismo

El Romanticismo que sigue al Neoclásico, tampoco aporta ninguna nueva solución espacial, y al igual que el Neoclásico, su aportación más valiosa es la evocación de la naturaleza y la reivindicación de un estado más puro del hombre, más emocional. Su concepción espacial es clásica, renacentista y barroca, es decir, su manera de utilizar las perspectivas, la luz y el color forma ya parte de la formación de estos artistas como un aprendizaje básico, son avances que se han ido acumulando gracias al estudio de muchos artistas a lo largo del tiempo, como has podido comprobar; es lo que llamamos la manera tradicional de entender el arte.

En la imagen de la izquierda aparece "viajero junto al mar", de David Friedrich.

William Turner es un romántico considerado como el pintor de la luz. Su interés por pintar la luz le llevó a anticiparse a las preocupaciones de los impresionistas.

Puedes ver a la izquierda su obra llamada "Velocidad, vapor y lluvia" donde los efectos atmosféricos envuelven a la obra en un espacio desdibujado y muy sugerente.

 El Realismo

También el Realismo adopta y asume la manera tradicional de entender el espacio, si bien la temática de este movimiento artístico se vuelve hacia acontecimientos de naturaleza cotidiana. 

En la imagen puedes ver la obra de Millet "la hora del ángelus".