2. La denotación y la connotación
Como dice Lorenzo Vilches en La lectura de la imagen, una fotografía, una película, la portada de un periódico o un programa de televisión no son ningún espejo de la realidad. Ninguna imagen o texto es un espejo virgen, ya que siempre se hallan condicionados por diferentes elementos que ayudarán al receptor a descifrar el mensaje según sus propias coordenadas. Ya sabes los elementos del acto comunicativo que vimos en el Tema 1. Ahora nos interesa destacar cuatro habilidades que consideramos necesarias para una lectura y escritura crítica de los medios:
1. La denotación: es el significado explícito de una palabra, imagen, sonido, lo que hemos convenido que es. La denotación es lo más cercano a la objetividad entendida como el significado universal, el que tiene para todos los conocedores de esa cosa, sin que exista la más mínima discrepancia entre ellos: el Diccionario de la Real Academia recoge los significados denotativos de las palabras.
2. La connotación: es el significado implícito de una palabra, imagen, sonido, lo que pensamos internamente que es, lo que nos sugiere. La subjetividad está presente en los significados connotados de las cosas y de los medios. Siempre está presente tanto para el que escribe como para el que lee. La connotación caracteriza habitualmente el lenguaje literario y artístico.
3. Conocer el contexto. Para que podamos leer críticamente un objeto o una noticia tenemos que conocer el contexto, tenemos que preguntarle a la cosa por quién es, de dónde viene, por qué nos cuenta eso, a quién implica y por qué. Es importante extraer relaciones y referencias con otros contenidos que nos permitan conocer los vericuetos del mensaje. Este proceso, aunque requiere de tiempo y esfuerzo, es algo que se aprende con la práctica. Nada en los medios de comunicación está porque sí. Hay que preguntarle al medio.
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Si atendemos a la historia inicial de "Incendio en tu televisor" podemos encontrar usos de la connotación y la denotación. Atendemos a los titulares del periodista ("Un incendio acaba con la vida de 3 personas") y al titular del poeta ("Fuego y desasosiego: metáfora del hombre moderno"). Es evidente que el lenguaje del periodista, aún siendo sensacionalista, es más denotativo que la interpretación poética, que opera sobre todo con el lenguaje connotativo.
Desde otro punto de vista, y siguiendo con el fuego cuando suena una alarma de incendios en un edificio, el sonido denota fuego y connota evacuación. Puede darse el caso que la misma denotación tenga una connotación completamente diferente para un bombero y, lo más probable, es que la connotación para un pirómano sea diferente de las anteriores.