Del carboncillo al megapixel: Tintas, pinceles, plumas. Técnicas húmedas
Imagen de Wikimedia commons bajo licencia cc. |
Cuando el material que usas para dibujar tiene como base pigmentos diluidos en un medio acuoso reciben el nombre genérico de técnicas húmedas. Normalmente, se presentan en frasquitos, pastillas o tubos y la principal característica que las diferencia de las técnicas llamadas secas es que si estas se aplicaban directamente sobre el papel, las húmedas precisan de un diluyente que puede ser agua, alcohol, etc.
A la hora de trabajar con ellas comprobarás que las técnicas secas son más precisas. Es más fácil controlar el trazo con un lápiz o una barra de carboncillo, ya que responde básicamente al movimiento de la mano, que con un pincel, cuyo rastro dependerá de la densidad de la tinta, de la humedad del papel, la carga que arrastre el pincel entre otros y será por ello producto del azar. Sin embargo, las técnicas húmedas producen muchas más calidades y texturas así como colores más intensos que las secas, aunque no es extraño encontrar obras realizadas combinando técnicas secas y húmedas.