En este punto ya conocemos las etiquetas fundamentales de HTML, incluso estamos familiarizados con algunas etiquetas del estándar que viene de camino, el HTML5. ¿Sabemos ya diseñar un sitio web? Sólo parcialmente. En la actualidad ya no basta con manejar HTML para realizar estas tareas; necesitamos conocer también el estándar que lo complementa, CSS, acrónimo de hojas de estilo en cascada.

La norma CSS nos facilita un conjunto de elementos que podremos aplicar a nuestras etiquetas HTML para proporcionarles la apariencia deseada. Encontraremos modificadores para aplicar todo tipo de variaciones, las mismas que podríamos obtener si llevamos un documento a un procesador de texto, e incluso muchas de las cosas que podríamos hacer con un programa de edición de imágenes.

El uso de hojas de estilo es obligatorio en las páginas web creadas con HTML5, ya que en ese estándar se abandonan todas las etiquetas y parámetros que en su día permitieron aplicar formato. Esto es, HTML5 se encarga de definir la estructura de la página y CSS el estilo y el diseño. El navegador, a su vez, tomará cada una de las partes y las mezclará, dando el resultado deseado: una página con sentido semántico gracias a HTML y con una apariencia estética apropiada mediante el estilo CSS.

Si a lo anterior sumamos algunas acciones creadas con JavaScript, conseguiremos aportar interactividad a la página web, creando así verdaderas aplicaciones que se ejecutan sin necesidad de instalar nada en el ordenador; pero éste es un aspecto que tocaremos parcialmente en este texto.

CSS3

Las hojas de estilo llevan con nosotros varios años ya. La primera versión del estándar se empezó a emplear hacia el año 2001. En la actualidad la versión 3 de este conjunto de normas está aún en desarrollo, por lo que podemos encontrarnos con que algún navegador concreto no es capaz de entender alguna de las reglas que aplicamos; pero serán casos muy puntuales. La mayoría de los navegadores son capaces de ejecutar todas las propiedades principales de CSS3.

Antes de seguir

Para poder ejecutar correctamente el trabajo que tenemos por delante, es imprescindible tener unas nociones sólidas sobre HTML5, por lo que es aconsejable haber seguido la primera parte de este material, donde explicamos el funcionamiento básico de HTML, la estructura general de una página web, cómo aplicar formato y maquetar esas páginas; además de aspectos tales como insertar recursos multimedia, trabajar con las listas y tablas o cómo publicar una página web en Internet.