A lo largo de este módulo hemos revisado los conceptos teóricos fundamentales para emplear las hojas de estilo y comenzar a diseñar nuestras propias reglas.
Contamos con tres formas fundamentales para definir la apariencia de un elemento de una página web:
- Redefinir la etiqueta de forma genérica, con lo que cambiaríamos todas las apariciones de esa etiqueta en la página (indicando símplemente el nombre de la etiqueta).
- Modificar una clase: precediendo el nombre de la clase del signo ".", cambiaremos todas las apariciones de los elementos que pertenezcan a esa clase.
- Modificar un identificador específico, que se identifica mediante el signo "#". En este caso, sólo se aplicará el estilo al elemento que pertenezca a ese identificador.
Junto a estos tres métodos contamos con diferentes combinaciones y alternativas. Éstas son las más empleadas:
- Podemos mezclar clases e identificadores.
- Podemos modificar sólo las clases e identificadores de una etiqueta específica.
- Podemos hacer que sólo se modifiquen aquellas clases o identificadores que desciendan de un elemento concreto.
- Podemos modificar algunos estados específicos de una etiqueta o los elementos que están en una determinada posición.
Para terminar, las reglas que definimos se pueden establecer en tres lugares diferentes, ordenados de menor prioridad a mayor:
- En un archivo externo, enlazado con la página con la etiqueta <link>.
- En la cabecera de la página (mediante la etiqueta <style>).
- En un elemento concreto de la página (con el parámetro style).
De los tres, el primer método es el más aconsejable.