1. Animismo y escultura
Aplicar a las formas inertes características de las vivas, producen sensación de animación, y con ello de movimiento y dinamismo. Animar significa dotar de alma, de vida. Existen teorías animistas, que sostienen que no solo todo ser vivo posee un alma, una fuerza vital, sino que también ríos, montañas, u objetos poseen una fuerza vital, y están vivificados y relacionados con fuerzas universales. Estas creencias son muy fuertes en algunos lugares de África, y se relacionan con el mundo de lo trascendental y la muerte. Muchas esculturas, dibujos o máscaras del arte africano, por ejemplo, no tienen una función meramente artística sino que son "iconos" o artefactos portadores de valores, historias, significados o creencias. En este apartado trataremos de darnos cuenta de como empleamos este recurso animista en las creaciones, en el sentido de que asociamos, según las experiencias que tenemos de nuestro entorno y vida, características de los seres vivos a los no vivos (como a las esculturas); de este modo, nos parecen más naturales, más reales y más vivos. El animismo es un gran recurso para proporcionar dinamismo a nuestras obras. En los siguientes subapartados verás como. Ilustración: Máscara africana de Ji-elle en Wikimedia Commons bajo CC |
||
Obra publicada con Licencia Creative Commons Reconocimiento No comercial Compartir igual 3.0