1.2.1. Luz y volumen
Para poder percibir las formas de nuestro entorno es necesario que éstas sean iluminadas por una fuente de luz. La luz modela las formas y nos permite captar sus volúmenes.
Los rayos de luz, al incidir en los cuerpos opacos, producen diferentes grados de iluminación, dependiendo de su dirección respecto a éstos. Éstos dan como resultado diferentes zonas de iluminación:
- Zona de brillo: es donde la luz incide directamente.
- Zona de penumbra: en ella la iluminación es más suave al recibir la luz indirectamente.
- Zona de sombra propia: esta zona no recibe ninguna iluminación por estar en el lado opuesto a la zona de brillo. A veces, esta zona recibe iluminación procedente de los rayos que se reflejan en otros objetos próximos, es lo que se conoce con el nombre de reflejo.
- Zona de sombra arrojada o proyectada: el objeto produce un oscurecimiento en las superficies que se encuentran próximas al mismo.
Objetivos
Otro de los factores a tener en cuenta cuando observamos un objeto iluminado es la dirección de la que procede la luz. Las distintas direcciones dan como resultado diferentes tipos de iluminación:
- Iluminación frontal: cuando el foco de luz está frente al objeto, genera pocas sombras por lo que dificulta la percepción del volumen.
- Iluminación lateral: la luz se sitúa a un lado del modelo por lo que aumenta la sensación de volumen.
- Iluminación cenital: la luz está situada perpendicularmente y arriba del objeto.Iluminación inferior: el objeto se ilumina desde abajo.
- Contraluz: la luz llega desde detrás del objeto por lo que la zona más próxima al espectador queda en sombra y su contorno presenta un halo. Los volúmenes no pueden percibirse.
Objetivos
El efecto que la luz produce en las formas no sólo tiene su aplicación en el dibujo. En la siguiente presentación verás cómo otras artes también utilizan sus posibilidades expresivas.
|