2.1 El volumen
Es decir, mucha amplitud de onda, mucho volumen y poca amplitud, poco volumen. De este modo ya podemos utilizar un primer adjetivo para distinguir un sonido: si es FUERTE, o es DÉBIL. Para medir el volumen utilizamos los Decibelios (dB). El nivel mínimo de escucha es el Umbral de audición (0 dB) y a partir de ahí podemos empezar a percibir sonidos muy débiles (por ejemplo, una biblioteca en silencio corresponde a unos 20 dB), débiles (una conversación a media voz, unos 40 dB), sonidos de intensidad media (una calle con gente, entre 50-60dB), fuertes (un atasco de tráfico, unos 90 dB) o muy fuertes (un concierto de rock puede llegar a los 120 dB, o el despegue de un avión a los 130 dB). A partir de los 140 dB nuestros oídos pueden resultar dañados si los exponemos de manera continuada a esa intensidad. Se trata del Umbral del dolor. Intensidades superiores, como una explosión de 180 ó 200 dB, pueden causar daños irreversibles en nuestros oídos.
Curiosidad
Si tienes a tu disposición un smart phone puedes descargarte aplicaciones gratuitas de medición de decibelios (se llaman sonómetros). Si puedes elabora un recorrido por tu centro de trabajo o incluso de tu calle, comprobando las zonas de mayor ruido y las de menor. Así se elaboran los mapas de ruido, para saber qué zonas tienen más o menos contaminación acústica.
Se pueden hacer también mapas de ruido por franja horaria. Así, las puertas de los colegios presentan picos de ruido en determinadas horas (recreos, entrada y salida) y valles de silencio el resto. Aquí tienes un ejemplo de alguien que lo ha hecho con su teléfono móvil y con su moto: