2.1. El ojo capta la imagen

Imagen de Oyvind Solstad en Flickr bajo licencia CC
¿Cómo capta nuestro ojo las imágenes?


Las ondas electromagnéticas que componen la luz visible llegan a los objetos, éstas pueden ser reflejadas parcial o totalmente o también pueden ser absorbidas por él. La luz que éstos reflejan llegan a nuestro ojo, atraviesan el iris, a través de un orificio llamado pupila, inciden en la córnea y llegan al cristalino.
El iris actúa como un diafragma, abriendo y cerrando automáticamente la pupila y regulando así la cantidad de luz necesaria para una visión correcta.
La córnea es la prolongación delantera de la capa más externa del globo ocular llamada esclerótica y en su parte anterior se hace más convexa permitiendo frenar la velocidad de la luz en un 25% al producir la convergencia de los rayos incidentes.
El cristalino es un disco transparente, capaz de alterar levemente su forma por la acción del músculo ciliar que lo rodea y que tira más o menos de él, variando su curvatura, según se esté observando un objeto cercano o lejano. Esta facultad del cristalino de adaptarse a la distancia se denomina acomodación. Gracias a esta función, el cristalino refracta los rayos luminosos incidentes y enfoca siempre una imagen nítida, aunque invertida, sobre la retina.
La retina es la capa interna del ojo. Contiene células especiales sensibles a la luz, que reaccionan ante los rayos luminosos. Estas células retinianas, especializadas en la captación de la luz, son los conos y los bastones.
Los conos son receptores sensibles a la intensidad luminosa y al color; mientras que los bastones sólo son sensibles a la luz, pero no al color. Por esta razón, los colores se aprecian tan mal con poca luz. Cada ojo posee por término medio unos 6 millones de conos y unos 120 millones de bastones.
Pero, conos y bastones, solo actúan como fotorreceptores generando impulsos, que son enviados por el nervio óptico, en forma de señales eléctricas, hasta el cerebro.

 

Observa el esquema de nuestro ojo en la siguiente imagen:



Imagen de magvil en Flickr bajo licencia CC

En el siguiente vídeo te ayudará a comprender el proceso de captación de las imágenes por nuestro ojo:

Si comparamos todo este mecanismo con el de una cámara fotográfica podríamos decir que el iris actúa de obturador y de diafragma para controlar la luz precisa que debe entrar en la cámara oscura, identificable con el globo ocular, e impresionar la película sensible, asimilable a la retina, evitando que ésta se queme por un exceso de luz. La córnea y el cristalino, dicho en términos fotográficos, constituirían el sistema de lentes que permiten crear imágenes nítidas.


Pero ¿por qué vemos en relieve?


Los ojos se encuentran separados a una distancia de unos seis centímetros. Cada ojo posee su propio «punto de vista». El cerebro combina y encaja ambas visiones, formando una única imagen en tres dimensiones. Gracias a este tratamiento mental de la imagen visual es posible percibir el relieve o calcular eficazmente una distancia.

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Actividad

El ojo es el primer paso del complejo proceso que constituye nuestra percepción visual. Éste capta los rayos de luz y los transforma en impulsos nerviosos. Luego, estos estímulos eléctricos se analizan e interpretan en la corteza cerebral que baraja y compara la información recibida con los datos disponibles en la memoria. Entonces, sólo entonces, el observador ve el objeto.


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Objetivos

Has comprobado cómo el funcionamiento de nuestro ojo se asemeja al de una cámara fotográfica pero esto no es del todo cierto, más bien podríamos compararlo con el de una de vídeo puesto que lo que vemos no son imágenes fijas sino en movimiento. La percepción del movimiento es un proceso complejo que estudiaremos el próximo curso, ya que está determinada por nuestro umbral de agudeza visual, si la velocidad del objeto en movimiento es inferior a ésta no se percibirá el movimiento, sino sólo su producto final como en el caso del movimiento del minutero en un reloj.

 


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Pre-conocimiento

De todo nuestro campo visual, que abarca 180 grados en horizontal, sólo en los 2 grados centrales se percibe con total nitidez. Todo lo que se aleja de ese lugar se ve con menos detalle: es la llamada visión periférica, es lo que vulgarmente llamamos "ver de reojo". Esto sucede porque en el centro de la retina hay una pequeña zona, la fovea centralis, con una mayor concentración de células fotorreceptoras, los conos. El ojo se mueve continuamente a gran velocidad para enfocar aquellas imágenes en las que centramos nuestra atención, es lo que se conoce como dinámica de centrado en la fovea.

El punto en el cual el nervio óptico se une a la retina se llama punto ciego, es una zona en la que no hay células fotosensibles donde no se captan imágenes.

Mira este vídeo en el que se observa un experimento mediante el cual se demuestra como nuestro cerebro se inventa la zona de la imagen que el punto ciego no permite que veamos:


Aunque parezca que captamos las imágenes de forma continua no es así, nuestro ojo ve entre 20 y 30 imágenes por segundo, es decir, con una frecuencia de entre 20 y 30 hercios, se llama "frecuencia de refresco del ojo", por eso cuando vemos imágenes fijas que se suceden a mayor velocidad se crea la ilusión de movimiento.


Icono de iDevice Actividad de Espacios en Blanco

Completa las palabras que faltan para explicar el proceso de la visión. Cuando acabes pulsa en "enviar" para comprobar el número de aciertos. Si has fallado en alguna palabra comprueba la respuesta correcta pulsando en "mostrar las respuestas".

 

Los rayos de luz se en los objetos que nos rodean y penetran en la córnea. Los músculos del están constantemente ajustando la cantidad de luz que regula la cantidad de luz que llega a la . De aquí la luz atraviesa las lentes del ojo que la desvían y proyectan, de manera invertida, en la donde se encuentran unas células fotosensibles llamadas y . La imagen es transformada en impulsos eléctricos que viajan a través de los , que se cruzan en forma de X hasta llegar al . Estos impulsos serán transportados por nervios hasta la del cerebro, donde las imágenes del ojo derecho e izquierdo se unirán para formar una imagen tridimensional.